Los expertos ya nos decían que todo era imprevisible con
este virus desconocido, pero aún se hablaba de la posible remisión con la
llegada del calor, la inmunidad de grupo, la carrera por la vacuna y por los
tratamientos certeros.
En julio una nueva realidad se está imponiendo y esta nueva
situación no augura alivio para el mundo del tango por el momento. Sin duda
pasará pero ahora habrá que seguir resistiendo. “El tango siempre espera” se
dice.
Los profesionales del tango, con inversión en el negocio de
este baile mundial como profesores y propietarios de academias, bailarines,
orquestas, agencias con paquetes turísticos, hoteles, milongas, etc.
lógicamente son afectados de primer orden y entra dentro de la lógica que
intenten reanudar de alguna forma las clases y prácticas para sobrevivir a esta
crisis y, en este escenario se están iniciando experimentos al amparo de normas
que lo permitan con ciertos protocolos. Por supuesto se arriesgan porque nunca
se sabe si las medidas serán suficientes, si los alumnos y bailarines
responderán y, en todo caso porque estos proyectos no significa reanudación de
lo que había antes de la crisis, por mucho que se pretenda la aproximación a
aquel momento.
Los organizadores se debaten en la duda de reanudar o seguir
esperando. Los usuarios tenemos la
posibilidad de elegir participar o no, por eso creo que una vez más procede
apoyar al organizador de clases y milongas en esta difícil situación para
ellos, sea cual fuere su decisión. Ya expresé esta misma opinión en marzo
cuando las milongas y academias se debatían entre cesar la actividad o resistir
a la vista de cómo se iban desarrollando los acontecimientos en aquellos
momentos. No creo que ayudemos mucho los amantes del Tango criticando actitudes
o expresando consejos. Como digo, al fin y al cabo siempre nos queda la
libertad de elegir.
NOTA: El presente artículo se publicó en el Foro tanguero el 11 de Julio de 2020
http://tangoenvalencia.es