Ya son muchas las milongas y clases que han clausurado sus
programas en nuestro país, sobre todo en Madrid, País Vasco, Rioja, zonas de
especial incidencia del contagio.
En algunos países, como Italia no cabe pensar qué opciones
se deben adoptar, puesto que los decretos gubernamentales obligan el cierre
temporal. Aquí empieza a surgir el debate. Algún milonguero lamenta que
continúen abiertas las milongas y convocados los cursos inminentes. Seguramente
habrá quien considere una muestra de alarmismo y miedo las clausuras.
Llegado a este punto, cabe decir que sólo nos queda
comprender el dilema de organizadores y profesores. Tanto si consideran
celebrar los eventos como si no, por nuestra parte solidaridad, acatamiento y
comprensión. Si la milonga abre y considero que es conveniente no asistir,
puedo hacerlo. Si cierra, tengo una ocasión de protegerme sin necesidad de
pensarlo.
No olvidemos que en verano cierran muchas milongas y todos
lo entendemos y acatamos. Todo pasará.
NOTA: Este artículo se publicó el 10 de Marzo de 2020 en nuestro Foro
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