España está a fecha de 29 de Agosto de 2020 con una de las tasas más altas de contagio y la mayoría de Comunidades ha establecido serias restricciones a la práctica del baile. Quizá aunque no hubieran existido esas restricciones nuestra práctica de tango se hubiese también interrumpido, pues las milongas dejaron de funcionar en marzo y la mayoría siguen cerradas. Nuestra encuesta (aún está abierta) confirma que un 71% prefieren volver a practicar tango únicamente cuando pueda hacerse con la normalidad anterior al Covid. Sólo un 29% lo haría con medidas de seguridad Covid 19 y de éstos un 5% sólo en el caso de ser un organizador de su confianza.
El movimiento negacionista que considera injustificadas
muchas de las medidas implementadas por los gobiernos ha surgido en muchos
países y también en España. En lo que se refiere al tango, en Facebook empieza
a verse comentarios de milongueros en países de Europa que critican la situación
del baile en España y que consideran una intervención abusiva por parte de las
administraciones que restan derechos ciudadanos. Mientras que en Suiza,
Francia, Italia…se puede bailar, se baila, en España sólo en plan testimonial y
con medidas estrictas. Aquellas milongas se muestran a veces con orgullo en vídeos
que dan sana envidia…o no.
Algunas de las milongas están en Berna (Suiza), otra la he
visto en Budapest (Hungría), pero hay muchas más. También en España hay algunas
(Tarragona, Granada…). La diferencia no obstante está en que estas últimas
guardan medidas de seguridad (parejas convivientes, distancia en mesas, control
de temperatura, desinfección de locales cuando no son al aire libre, etc. mientras
que en otros países las milongas se celebran como antes de la crisis sin
mascarillas ni medidas especiales.
Naturalmente que en España tenemos sobradas razones para ser
cautos por la altísima incidencia de contagios y lo que esto lleva consigo
(hospitalizaciones, UCI, muertes) pero, ¿hay razones suficientes para el relax
de estas otras milongas mencionadas?
Podría entenderse la lógica de que la menor tasa en el país
conllevara una menor posibilidad de contagio en las milongas, pero en todo caso no la total seguridad, por
lo que podemos decir que los bailarines prefieren arriesgarse en una especie de
ruleta rusa, a no ser que todos los asistentes sean militantes de los
movimientos negacionistas ahora de moda. En Suiza y Hungría por ejemplo, la
incidencia de contagios está en alza y esta semana Suiza reporta un 20% más que
la semana anterior, mientras que Hungría aún reporta más pues del día 27 al 28
de Agosto se incrementó en un 69%. ¿Las posibilidades de contagio son remotas?.
Depende de la existencia de contagiados entre alguno de los asistentes, pues el
contacto es intenso entre los participantes como es bien conocido por todos
nosotros. También es verdad que en las milongas no se suele concentrar multitudes lo que
favorece el optimismo y además puede argumentarse que al no ser obligatorias en el país o región medidas como uso de mascarillas, distanciamiento social, etc. en cualquier lugar puedes
estar expuesto. La milonga es una posibilidad más, no quedan exentas.
En mi caso, en febrero - marzo el coronavirus ya circulaba a
sus anchas sin que aún fuésemos muy conscientes de ello. En ninguna de las
varias milongas que disfruté en ese tiempo quedé contagiado, ni tengo noticia
de ningún otro asistente, sin embargo, en un encuentro en marzo varios
conocidos asistentes sí que resultaron afectados. Todo dependía de la suerte
que se tuviera en cada caso.
Es un hecho que hay países o regiones que no han impuesto
restricciones al baile y por tanto es lógico que los bailarines valoren si
desean participar o no. No es aceptable sin embargo que desde allí se critique
a países o regiones que, como en nuestro caso intentan frenar este incremento
de contagios con medidas restrictivas. A nadie puede extrañar que aquí no
tengamos milongas o que las que tenemos se hagan bajo medidas especiales de seguridad, y sí que las haya en estos otros países con menor incidencia de coronavirus. Los
bailarines españoles aun estando deseando el regreso al tango, no queremos hacerlo
con ese riesgo extremo Preferimos hacerlo con seguridad, aunque sabemos que al
cien por cien no existe. Entra también
en la lógica que se comprenda los factores que cada comunidad considera a la
hora de establecer sus propias normas, y no, no creo en la conspiración del
Estado. Del negacionismo mejor ni hablar.
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