Por fin ha comenzado la esperada vacunación y todo parece ir bien, dentro de los lógicos problemas que supone vacunar a toda la Humanidad en unos meses ¡Se dice pronto!.
Antes incluso de administrarse el primer pinchazo, ya surgió
la idea en varios países de expedir certificados
de vacunación, los llamados “pasaporte” de vacunación. La actividad
económica necesita reactivarse con urgencia y se piensa que pueda ser una medida
adecuada para recuperar la confianza, sobre todo pensando en el turismo. España
es uno de los países que ha defendido con más fuerza esta medida pero no el único.
Hay ya varios que han aprobado documentos que certifican las personas que han
recibido la vacuna y tiene visos de hacerse general.
Israel ha sido el primer país en implantarlo. La BBC informa
que “Los ciudadanos pueden ir a centros comerciales o atracciones turísticas
como los zoológicos. Pero también otro tipo de instalaciones, entre las que se
incluyen gimnasios, hoteles y las sinagogas también pueden reabrir. Para ellos se
necesita el citado pasaporte verde…”. “El pasaporte lo expide el Ministerio de
Salud de Israel, y tiene una validez de seis meses, que empiezan a contar una
semana después de que el ciudadano haya recibido la segunda dosis de la vacuna”.
En el Reino Unido también se habla ya de utilizarlo. Israel y Reino Unido son
los países más adelantados en los niveles de vacunación.
El Tango
La práctica de Tango tiene un indudable sentido lúdico. Sólo
hay que ver cómo disfrutamos los tangueros y tangueras bailando las tandas de Di Sarli,
D’Arienzo o Canaro cada día de la semana que visitamos una de las innumerables
milongas que se extienden por todos los lugares del planeta. Es nuestra
pandemia particular. Pero también tiene mucho de turismo y por supuesto de
actividad económica, sobre todo en Buenos Aires. Los encuentros, maratones y
festivales hacen que mucha gente se desplace a otros lugares a bailar tango, se
aloje en los hoteles sede del encuentro u otros cercanos. Así que podría ser
que en el tango sirviera el certificado de vacunación para facilitar la
actividad tanguera. Por supuesto que esto es sólo una hipótesis, pero aun así,
no sé si imaginarme a los porteros en las milongas solicitarme el certificado
de vacunación junto con el ticket de entrada.
Tampoco quiero imaginarme los incidentes que puedan surgir
cuando alguno de nosotros no lo llevemos encima o simplemente no lo tengamos.
¿Podría vulnerar
derechos la exigencia del certificado o pasaporte de vacunación?
Sin embargo, se han levantado también voces en contra de la
medida. Algunos políticos, expertos y analistas han manifestado sus dudas ante
lo pertinente de esta medida.
RTVE, en sus noticias del 19/03 hablaba del tema:
“El certificado de vacunación que ha presentado la Comisión
Europea para poder viajar en verano permitirá recuperar la movilidad y
reactivar el turismo, pero abre también algunos dilemas morales que los
expertos están poniendo sobre la mesa. ¿Es ética su aplicación en cualquier
ámbito? ¿Puede provocar situaciones de discriminación en el mercado laboral
entre inmunizados y no inmunizados?”.
En este artículo
publicado el 08/03 en la revista de análisis “The Conversation” “¿Sería buena
idea el pasaporte de inmunidad?” se opina que “hasta que no se vacune de forma
generalizada a toda la población y no se establezcan test de anticuerpos o de
PCR y antígenos gratuitos, establecer un “pasaporte covid” podría ser
discriminatorio.”
En los debates al respecto, se manejan los siguientes
posibles problemas con el pasaporte:
- Países y
edades que tardarán en tener vacuna. El ritmo de vacunación no es uniforme en
todos los países ni incluso regiones.
- Gente
vacunada con vacunas que no son homologadas en UE (China, por ejemplo.). Al
menos en lo que se refiere a desplazamientos internacionales, seguramente la
homologación será importante.
- ¿Es legal
exigir algo que no es obligatorio?
Volviendo al tango,
en algunas milongas se imponen restricciones como asistir sólo mediante invitación
(sólo bailarines conocidos, bailarines con un nivel determinado…) , sólo parejas o sólo líderes ,
sólo socios con carnet a la vista… así que sí, podría ponerse la condición de
mostrar ”certificado de vacunados”.
Pero, a la vista de los debates, ¿sería justo?. ¿Qué pasaría
si no lo tienes?¿No sería suficiente que se hubiera ya alcanzado la inmunidad
de grupo para tener una aceptable seguridad aunque no todos estemos vacunados?
¿No sería discriminatorio que tangueros de lugares donde aún no ha llegado la
vacuna no puedan asistir a pesar de haber comprobado su adecuada salud respecto
a la covid?. Se supone que las milongas volverán de forma general cuando la
vacunación sea muy importante entre la población.
Por otro lado, el estar vacunado no implica que no se esté
contagiado con el covid 19 y no se pueda transmitir.
El debate está servido y puedes opinar en nuestra web. Seguramente los organizadores de encuentros y milongas se plantearán en el momento del regreso medidas que sean razonables y que sean demandadas por los tangueros en cada momento en que se encuentre la fase de recuperación de la normalidad.
En estos
momentos, por ejemplo, los
planteamientos en la UE se orientan a que el uso del pasaporte covid no impida
dictar condiciones de viaje a los ciudadanos que visiten cada uno de los países
de la Unión y que cada uno de estos países considere conveniente. Por su parte España, según
publicaba el diario El País (15/04) “no pedirá pruebas ni cuarentenas a quienes entren
con pasaporte de vacunación. El certificado verde digital comenzará a funcionar
en junio y permitirá “recibir a más personas de forma más segura”, según
Sanidad”. También un certificado de test o PCR tendrá el mismo efecto.
No obstante habrá que esperar