En estas circunstancias cobra especial importancia mantener
las actividades de tango vivas en la medida en que sea posible. Desde el
recuerdo colectivo en redes y grupos sociales, hasta las actuaciones musicales
de tango que pueden incluir tango baile, y las clases.
Un profesor nos recuerda en su red social que la solución
futura no pasará por las relaciones en redes, como se ha atrevido a augurar un
medio de comunicación, que el baile resurgirá tan pronto pase la situación con
fuerza porque la relación social del contacto y del abrazo no puede ser
sustituida, porque la amistad por la red no puede sustituir a la amistad de
contacto. Muchos tangueros siguen en estas difíciles circunstancias formándose
en las técnicas de nuestro baile y de otros acudiendo con medidas de seguridad
a las academias, propiciando por un lado su pervivencia, esencial para poder
seguir disfrutando de las milongas en el futuro, y por otro lado ayudar a
mantener el tango presente y vivo entre nosotros los tangueros. Sin embargo los
formatos digitales pueden también ayudar en ciertos momentos en que pueden
suplir las obligadas carencias que padecemos ahora.
El contacto a través de milongas virtuales, como la que últimamente se ha organizado en Valencia u otras que transmiten cada semana otros buenos amigos también permite ponernos en contacto con caras conocidas y añoradas. Las clases on line o por vídeo unen en la distancia. Estamos también unidos a través de las redes sociales como Whatsapp
La emoción del espectáculo musical pone el nombre Tango
entre luces de escenario, en carteles, en prensa, en radio, en televisión. Es
un placer escuchar los tangos en el escenario y es un escaparate sin parangón
para nuestra pasión, el Tango.
No perder el contacto en tiempos de aislamiento. Ese es el
objetivo de cada iniciativa. Cuando regresemos a las pistas retomaremos la
pasión donde un día la dejamos. La habremos mantenido viva en nuestras mentes y
en nuestros ánimos gracias a estos extraordinarios compañeros de viaje.